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Ahí vamos, rápido, muy rápido, no podemos evitar contemplar las manecillas del reloj, insignificantes movimientos que pasan y pasan, y es que el tiempo pasa rápido, incluso para mi. Todo ha cambiado muy rápido, de repente casi, todos los días pienso que es un sueño, que algún día todo volverá a ser como antes, y segundos después, llega a mi mente la retrasada verdad, y no me engaño, nada ni nadie va a volver. Todo sigue su curso, y todos somos responsables de que así sea. Empiezo a odiar esto porque se que no se pueden querer dos cosas a la vez. Esto es el mundo real, no tenemos que resignarnos. Fuertes tenemos que poder con esta vida, que es la única que tenemos. Encara que siga dificil... sonriu-li al món!